La cobranza de dinero, delimitación de linderos, controversias familiares y vecinales, son los principales problemas que se han resuelto a través de la justicia de paz en la provincia de El Oro.
En el primer cuatrimestre de 2016, los jueces de paz, conocieron y resolvieron 40 conflictos, entre los cuales constan: ambientales 4; interpersonales, 7; patrimoniales, 22; mal uso de bienes públicos y comunitarios, 1 y; otros conflictos, 6.
Los jueces de paz atienden en sus oficinas instaladas por el CJ en los Gobiernos Autónomos Descentralizados parroquiales (GAD). Su labor es de carácter voluntario y ayudan a la ciudadanía a evitar que presenten demandas en las unidades judiciales, al resolver en equidad, los conflictos en sus propios territorios.
Desde 2015 fueron elegidos por sus comunidades 5 jueces de paz. En Curtincapac Jenny Ramón; en Salatí, Augusto Aguilar y Fulvio Gonzalez; en Barbones, Jonathan Chacha y; en Bellamaría, Henry Guamán. Los jueces fueron capacitados por el Consejo de la Judicatura (CJ), y posesionados por sus comunidades.
En Barbones y Salatí se realizan talleres de formación a la ciudadanía para implementar los Semilleros Comunitarios de Convivencia, que son espacios de diálogo entre las familias y la propia comunidad. En su implementación trabajan los promotores y jueces de paz que reciben capacitación del Consejo de la Judicatura, propician la organización y sensibilización a las familias para implantar la cultura de paz y el buen vivir en sus territorios. La socialización continuará en las demás parroquias que cuentan con jueces de paz elegidos y en funciones.
El director provincial de la Judicatura, Rómulo Espinoza, informa que en los próximos meses el Sistema de Justicia de Paz, ampliará su cobertura de atención en las parroquias Progreso y Caña Quemada del cantón Pasaje, donde la comunidad eligió en abril a tres jueces de paz.
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