Andrea Gines y Ramona Arteaga llegaron a Loja desde Portoviejo, luego del terremoto del 16 de abril. Cuando el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Zona 7, a través del Distrito Loja conoció del caso, hizo la intervención y de manera inmediata se les entregó kits de alimentos, ropa, aseo, dormitorio, sin olvidar la asistencia psicosocial. Ahora, ellas recibieron los bonos de acogida y alimentación, aseguran que el apoyo de la Cartera de Estado “no se quedó en la entrega de kits, la ayuda va mucho más allá”, precisan.
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Andrea llegó a Loja con su esposo, dos hijas, un sobrino político y un primo, dice que con el dinero del Bono ($135 para la familia que la acoge, más $15 por pago de servicios básicos; y, $100 para la alimentación), tiene garantizado el sustento para su hogar, está consciente que el incentivo económico no será “para toda la vida, pero ahora tenemos cómo ayudarnos para el pan de cada día y así el dinero que ingrese por nuestro trabajo ahorrarlo para volver a empezar”. Precisa que no le fue difícil acceder al Bono, “yo pensaba que iban a demorar bastante, pero no, todo fue rápido”, asegura que fue el personal del MIES el encargado del trámite y que ella sólo debió firmar un par de papeles e ir a cobrar el dinero.
Ramona Arteaga llegó desde Picuasá (Portoviejo), hasta Loja con su esposo y tres hijos, permanece en la casa de su hijo ubicada en el barrio Las Peñas, cuenta que el jueves 9 de junio llamaron a su vástago para verificar la información proporcionada y notificarle que debía cobrar el dinero, “ahora todos los meses tiene que ir a retirar el 9”. Acota que el trámite fue rápido, su hijo recibió los $135 por concepto de Bono de Acogida y los $15 para cancelar las planillas de servicios básicos, es decir $150 en total, cantidad que será entregada durante seis meses. La ayuda no terminó allí, Ramona tuvo al día siguiente, a las 16h00, una nueva llamada, en la que le dijeron que debe ir a cobrar el Bono de Alimentación.
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