La enfermedad la sorprendió cuando su vida completaba su felicidad.
Yomira González, hace 20 años trajo al mundo a su hija Verónica, pero al mismo
tiempo le llegó una enfermedad que ha empezado a causar estragos con el pasar
del tiempo; ella sufre del mal de Parkinson.
Es una mujer llena de
sonrisas, es una mujer triunfadora, pues a pesar de todos los problemas,
enfermedad, barreras, amores imposibles y de todo tipo de obstáculos puedan
venirle, ella siempre sonríe mientras sigue avanzando en la vida.
Su madre Magdalena Arias y
su hija Verónica ahora con 20 años de edad, son sus compañeras, quienes durante
dos décadas han estado fielmente a su lado. Sin embargo a la corta familia se
unió Cintya Castillo, técnica del Programa de Atención e Inclusión a personas
con discapacidad, auspiciado por el GAD-I a través de la Dirección de Inclusión
Social, ella llega dos veces al mes para ayudarle con terapias ocupacionales a
Yomira.
Yomira, mientras realizaba
manualidades, agradeció al alcalde de Ibarra Álvaro Castillo, por esta
oportunidad de ocupar su tiempo en algo productivo dejando atrás la dura
enfermedad, médicos, pastillas e inyecciones.
Otra historia es la de
Daniel Mugmal, tiene 19 años y padece del sindrome de Down, su hermana Pilar
junto a sus padres, cuidan de este joven que desde que inició las terapias con
Gabriela, técnica del GAD-I, puede valerse por si solo, ya puede escribir su
nombre con facilidad. Ahora quiere trabajar.
“Las personas con síndrome de Down pueden hacer muchas cosas,
lo único distinto es que lo hacen a su propio ritmo. Dales una oportunidad y
serás recompensado más allá de tus expectativas”, aseguró Pilar
Mugmal, hermana de Daniel.
La familia Mugmal Vilatuña, agradece al alcalde, espera que este trabajo
a favor de las personas con discapacidad continúe.
El programa atiende a 102
personas que habitan en las parroquias: Alpachaca, Priorato, San Francisco,
Sagrario, San Antonio. Sin embargo según David Ortega, técnico de
discapacidades, este año el proyecto se ampliará al resto de parroquias
rurales.
Son 4 técnicos que recorren
las parroquias, cada uno es responsable de 25 personas, Ortega indica que el
proyecto es netamente municipal, sin embargo se basan en las normas del MIES
sobre la atención domiciliaria.
Para Gabriela, Cintya y
David, quienes pasan mayor tiempo de su vida compartiendo con personas con
discapacidad, este trabajo es gratificante. “Hemos aprendido a valorar la vida,
seguiremos apoyando a quienes más lo necesitan” coincidieron estos jóvenes con
gran espítiru de colaboración.
fuente: Comunicación Gadm Ibarra
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