Ese fue el secreto de Susana Cangá, de 34 años de edad, para sacar adelante su microemprendimiento de ropa para muñecas.
"La idea de empezar el emprendimiento denominado Trajes de Mi Tierra, se me ocurrió hace 10 años. Siempre estuve confeccionando ropa para muñecas, sin embargo realizar trajes con atuendos tradicionales fue lo que más me motivó” indicó.
Lo que vende es ropa para "muñecas tipo B", dice, cuidadosa de no mencionar la marca Barbie.
Cuando arrancaron, hace una década, la idea no funcionó como esperaban. "Me fue mal y desistí". Después de analizar las causas del fracaso, diagnosticó que el principal responsable fue el realizar ropa que en todo almacén se podía encontrar".
No se dio por vencida y hace 2 años relanzó la marca Trajes de Mi Tierra. “Esta ocasión pensé no dejar este sueño de convertirme en diseñadora de ropa para muñecas” añadió.
"Cuando me hicieron el primer pedido al por mayor casi me infarto: eran 15 prendas". Ahora ocupa uno de los puestos en el Centro Artesanal “Nuestros Emprendedores” desde ahí continúa con su laborioso trabajo, pero gratificante.
“Quienes más se acercan a observar una Barbie vestida con atuendos de Natabuela, Zuleta, Otavalo, son las personas adultas, las niñas aún prefieren las princesas” lo dice mientras pone un pantalón tradicional en otra representación de la muñeca más famosa del mundo.
Por ahora el emprendimiento marcha viento en popa. "Es como una boutique". Algunas de sus creaciones se exhiben en maniquíes que hizo ella mismo. Los precios fluctúan entre 18 y 25 dólares.
Felicitó la labor del Municipio de Ibarra al dar una oportunidad de que la gente con ganas de trabajar puedan poner sobre el tapete de la clientela sus emprendimientos.
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