Prefectura mejora la vía que conecta a Pasaje con Zaruma

Con lastrado en Uzhcurrumi, Abañín y Guanazán

Prefectura mejora la vía que
conecta a Pasaje con Zaruma
 
El mejoramiento de la vía que conecta a los cantones Pasaje y Zaruma a través de las parroquias Uzhcurrumi-Abañín-Guanazán, entró a su etapa final. La Prefectura de El Oro ejecuta lastrado en el último tramo de esa carretera.
 
La obra, que comprende el mantenimiento de 54 kilómetros, inició con los trabajos desde Uzhcurrumi hasta la “Y” de Iling. Siguió con la ejecución de los tramos Abañín-Daligzhe, Daligzhe-“Y” de Iling; y actualmente la maquinaria labora en Dalizghe-Guanazán.
 
Xavier Salazar, director de Obras Públicas del Consejo Provincial, dijo que también se está atendiendo la vía Guanazán-Rodeo, que conduce a la provincia de Loja por el sitio Sequer y la parroquia Manú del cantón Saraguro.
 
“Esa vía de 9.5 km se encontraba colapsada, con derrumbes, cunetas tapadas, alcantarillas obstruidas. Se la está rehabilitando con tareas emergentes para que el tránsito fluya con normalidad, lo más pronto posible”, agregó Salazar.
 
El presidente de la Junta Parroquial de Guanazán, Edison Paltán, indicó que el mejoramiento vial beneficia a más de mil habitantes de las tres localidades mencionadas y facilita el traslado de los productos de la zona a los mercados de la provincia.
 
Agregó que entre los usuarios de la vía se encuentran tres organizaciones agrícolas de Guanazán, que utilizan ese corredor para llevar sus productos a Machala y venderlos en las ferias ciudadanas que realiza la Prefectura, cada 15 días.
 
“Guanazán fue olvidada durante varios años por las administraciones pasadas. Esta obra era fundamental porque nos permite el fácil acceso a la capital orense y a Pasaje, donde mayormente son vendidos nuestros productos”, agregó la autoridad parroquial.
 
Más opiniones
Trasportistas que cubren las rutas señaladas, expresaron que los problemas por la falta de mantenimiento rutinario en esa vía se empeoraban durante los inviernos, ya que las carreteras se volvían intransitables por el lodo.
 
“Esos inconvenientes nos generaban pérdidas económicas. No se podía trabajar y las poblaciones quedaban parcialmente incomunicadas”, recalcó Víctor Cuenca, chofer de la cooperativa Trans Guanazán