La paz está indisolublemente unida a la igualdad entre las mujeres y los hombres‏

Representantes de las organizaciones de mujeres de las provincias de Loja y Zamora Chinchipe, autoridades de la provincia y la academia participaron del Diálogo “Mujeres constructoras de Paz”, desarrollado, hoy martes 30 de junio en la UTPL.

Los expositores y participantes coincidieron en resaltar que la paz está indisolublemente unida a la igualdad entre las mujeres y los hombres y al desarrollo.

Roberto Beltrán, titular de la Cátedra UNESCO de Cultura y Educación para la Paz (UTPL) recalcó que, a través de la Educación principalmente, se puede fomentar la Cultura de Paz como un conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto a la vida, al ser humano y su dignidad.

El vídeo “Empoderando a las Mujeres” de ONU Mujeres, abrió el Diálogo.  María Fernanda Espinoza, ex Ministra de Defensa de Ecuador, expresó que las mayores víctimas en los conflictos armados son las mujeres y las niñas; recalcó que es fundamental fortalecer el rol de la mujer en los procesos de decisión política.

Manuel Bustamante, representante de Plan Binacional Ecuador-Perú expresó que existe voluntad política entre Ecuador y Perú para el empoderamiento y la autonomía económica de las mujeres, aspecto fundamental para mejorar su calidad de vida, prevenir y afrontar las situaciones de violencia y discriminación, fortalecer el bienestar familiar y emprendimientos económicos.

La ciudadana de frontera, María Rodríguez, manifestó que debido a la confianza entre Ecuador y Perú se ha podido establecer un trabajo en conjunto para transversalizar el enfoque de género en la planificación y política pública.

Doris Duque, representante del Consejo Nacional para la Igualdad de Género, expresó que Ecuador aúna esfuerzos a nivel local, nacional, binacional y regional para fomentar la Cultura de Paz desde cada hogar a través de la garantía de derechos e igualdad de oportunidades.

Este Diálogo se inscribió en la vigésima conmemoración Plataforma de Acción de Beijing (1995)  que desencadenó una voluntad política notable y la visibilidad mundial para la mejora de la vida de las mujeres con protección jurídica contra la violencia de género y vivido al amparo de constituciones que garantizan la igualdad de género.